Con este poema de Benedetti rondando por mi cabeza me he levantado hoy. Mañana de un 22 de agosto, intentando abrir poco a poco un ojo y la cortina con un pie el cielo me ha dado un auténtico buenos días con lluvia, que además de quitarme el agobio del verano ha limpiado el aire de la ciudad.
Como muchas veces he mencionado antes en el blog amo la lluvia, el viento, las corrientes frías de aire, el cielo gris, limpiar la casa hasta dejarla impecable y refugiarme entre la manta y los brazos de mi novio, la excusa que encuentro para hacer esto último, la baja densidad de turistas por las calles y sobretodo, las calles de l'Eixample en otoño. Aunque hoy sea un falso otoño ya me basta para no sentirme como un oso polar en el verano del Sahara y quitarme las ganas de salir a la calle solo para no ducharme 3 veces al día. Sí, me gustan muchas cosas y son más fáciles de disfrutarlas con el cielo gris.
El subidón del día me ha hecho recordar un postre que llevó una amiga de mi madre a su casa la última vez que estuve en Málaga. Aunque yo sea 80% más de salado que de dulce llevaba muchos años sin probar algo tan delicioso (desde mi niñez con la nonna)... mis papilas recibieron un chute de dulce inesperado que sacó el otro 20% al ataque, y no exagero! Obviamente le pregunté la receta y modificando un poco algunas cosillas con mi vena nutricionista os la dejo por aquí. Aún sin azúcar está rebuena y era necesario compartirla hoy, ya que además por casa alguien lo agradece...
Bizcocho de frutos secos y chocolate negro
3 vasos pequeños de harina integral
1 sobre de levadura
250 gr. chocolate negro
Stevia líquida
200 ml de leche desnatada
2 huevos
100 gr. frutos secos varios al natural
1 cucharada de margarina
- En un bol mediano mezclamos la harina con la levadura.
- Añadimos los huevos, la Stevia y la margarina derretida (en el microondas).
- Agregamos ahora la leche y mezclamos muy bien hasta formar una masa no muy espesa pero bastante uniforme.
- Añadimos los frutos secos en trozos o enteros según se prefiera. Finalizamos la masa con el chocolate a trocitos pequeños.
- Enharinamos un molde con una cucharada mas de margarina y un pelín de harina. Precalentamos el horno a máxima potencia y luego al meter la masa en el molde enharinado lo bajamos a 150ºC.
- Una vez vemos que ha crecido nuestro bizcocho y le falta cocer un poco por dentro bajamos a 90ºC hasta que la masa esté completamente cocida.
Disfrutad de este día para salir a caminar un poquito por la ciudad y tomaros un buen té, con el viento que hace ahora no os vais a hervir al beberlo aunque sea agosto.