Y así empezamos...Mousse de piña

Las experiencias que me han brindado mis viajes entre Sudamérica y Europa, las largas tardes en los fogones con Vanillacupcake, esas cenitas entre amigos y una gran curiosidad por la cocina, me han llevado, después de un par de años con el gusanillo, a crear un blog sobre gastronomía desde una perspectiva más nutricional y con toques de ciencia. Esta iniciativa surgió a raíz del giro de 180º que ha dado mi vida hace pocos meses, pues dejé todo y me metí en lo que me apasionaba realmente, la nutrición. Dejé de apalancarme y al fin me he puesto manos a la obra. Aquí iré subiendo cosillas con ayuda de mi genia en la cocina, Vanillacupcake (cocinera y sibarita catalana). 

Hoy, en honor a mi abue (la experta que me enseñó que realmente lo de cocinar con amor  funciona) os dejo una de sus recetas, recuperada de la mejor herencia que he recibido, escrito por ella a puño y letra señores!

Mousse de piña de la Esme

 1 piña del monte

2 paquetes de gelatina de piña Royal

2 bolsitas de gelatina neutra en polvo

2 tazas de azúcar

1 lata de leche

Galletas de vainilla

Mantequilla sin sal

Preparación:

•      Para hacerlo con tiempo la noche anterior ponemos en un recipiente la leche y la dejamos congelar toda la noche.

•      El día D empezamos pelamos y  rayamos toda la piña (tiramos la parte del tronco) y reservamos en un recipiente.

•      En una olla ponemos la piña a fuego lento y le añadimos poco a poco el azúcar, mezclamos hasta que el azúcar se funda y cuando cambie de color retiramos del fuego.

•      Agregamos lentamente las gelatinas de piña y las bolsitas que teníamos de gelatina neutra mezclando todo a la vez que vamos echando.  Lo dejamos enfriar.

•      Sacamos la leche congelada una hora antes y mezclamos con la otra mezcla de piña,  batimos todo.

•      Sacamos nuestra mejor fuente! (rectangular y de pirex mejor) y la enmantequillamos  sin pasarnos y sin dejar grumillos.

•      Deshacemos un paquetito de unas 20 galletas de vainilla hasta convertirlas en polvo, espolvoreamos la mitad por toda la fuente enmantequillada y echamos nuestra mezcla de piña y leche en la fuente.

•      Metemos la fuente en la nevera y esperamos a que se forme el niño y tome forma! Finalmente repartimos por toda la superficie la otra mitad del polvillo de las galletas y servimos. Para los golosillos con el chocolate se puede dar un puntillo al final como en la foto.

Ahora que ya tenemos encima de la mesa esta delicia, vamos a ver qué nos aporta la piña. Siempre hemos escuchado decir que la piña es depurativa y quema grasas, pero yo iría mucho más allá, debido a que es, además, antioxidante y antiinflamatoria. He de decir que en lo de quema grasas no estoy del todo de acuerdo: la piña posee una enzima  llamada bromelina (parecida a la pepsina y tripsina que producimos) que “sustituye” a los jugos gástricos y ayuda a digerir fácilmente la las grasas y las proteína para poder producir energía a partir de esta ingesta, por eso el término “quema grasas” no es del todo correcto ni verdadero, porque con esto nos podemos imaginar que elimina los depósitos de grasa del tejido adiposo (michelines) como por arte de magia!! Y para eso hace falta mucho más que comer piña hasta cansarse. Luego, también vemos que es depurativa por su alto contenido en agua y fibra, lo que ayuda a arrastrar toxinas acumuladas en nuestro organismo y desinfiltrar depósitos de agua acumulados (retención de líquidos, tan odiado por nosotras), movilizándolos y eliminándolos .La fantástica piña tiene además:

•      Vitamina C, antioxidante que evita el envejecimiento prematuro y previene enfermedades degenerativas tales como arteriosclerosis, cáncer, enfermedad de Alzheimer y enfermedades cardiacas.

•      Vitamina B1, papel clave en el metabolismo de carbohidratos de la dieta y esencial también para el crecimiento y desarrollo normal. Ayuda a mantener el funcionamiento propio del corazón, sistema nervioso y digestivo.

•       Vitamina B6, influye mejorando nuestro estado anímico ya que es una precursora de la serotonina (famosa hormona de la felicidad).

•      Vitamina B9, conocida también como ácido fólico e importantísima sobretodo durante el embarazo.

•      Por último le damos un premio por su bajo valor calórico (50 Kcal. aproximadamente), 0,3 gr de grasa (nada!) y 10,5 gr de Hidratos de carbono. Todo esto por cada 100 gr de parte comestible.

Con todo esto nos damos cuenta que la cultura gastronómica es sabia y quien tiene una abuela tiene un tesoro!

 Si nos queremos cuidar un poco más podemos substituir el azúcar por Estevia líquida o en polvo, así como utilizar leche desnatada en lugar de leche entera.

Ya os digo yo, esta receta despertó mi pasión por el dulce allá al otro lado del charco y mi afición por acompañar a mi nonna en la cocina. Os deseo muy buen comienzo de fin de semana y os dejo con uno de mis finales preferidos de película! Un abrazo