jueves, marzo 28, 2013

Semana Santa en Málaga II

Jueves, viernes...y ya? No me queda casi nada para volver, pero después de lo que viví ayer ya puedo sentir que he aprovechado al máximo mi escapadita a Málaga. Cataluña y Andalucía me gustan de distintas maneras y en distintos momentos, pero está claro que mientras más vengo por Andalucía más me enamoro de su autenticidad.


Os cuento un poquito, anoche me reencontré con un amigo de aquí que conoce muy de cerca la auténtica Málaga. Un ejemplo de ello es que de pequeño participaba en las procesiones de Semana Santa, su familia lo sigue haciendo, se sabe cada detalle de los recorridos y de la preparación durante estas fechas, además que siempre está muy implicado en los eventos culturales que se realizan durante todo el año (es mi mejor guía!). Hoy en día él es tan poco creyente como yo pero dadas las fechas y el motivo me llevó por las principales procesiones, había tantísima gente que nos escabullíamos entre cientos y cientos de personas por las callejuelas del Centro Histórico para poder llegar a ver algo. Encontrabas a gente de todas las edades: jóvenes a montones entre sus grupos de amigos, niños, padres, ancianos, de todo!!. Ahora bien, admito que vi una serie de cosas que me impactaron y se quedaron en mi cabeza...el inmenso respeto de la gente es una, la multitud hizo un silencio impactante mientras pasaban los tronos y se podía sentir con una gran intensidad la emoción de los creyentes. Otra cosa también que me quedó fue la devoción que vi, los hombres de trono cargaban e iban a un paso milimetradamente coordinado, sus expresiones de dolor y "no puedo más, me estoy doblando" la tengo grabada en la mente, a pesar de eso ellos seguían dándolo todo y de la manera más perfecta posible, igual que los músicos. Mientras pasaban los tronos toda la gente se emocionaba entre aplausos y pétalos de rosas que caían a montones desde los balcones, realmente hermoso lo que la fe de las personas puede crear.



No sé cómo viniendo tantas veces a Málaga nunca había ido a las procesiones por Semana Santa, es algo que seas creyente o no lo recomiendo, es algo que se ha de vivir.

Al día siguiente voy a Benalmádena y así como en Málaga el sol no dejaba de llenar las calles de una atmósfera festiva, ya sentía al 100% la primavera.



Llego a casa y me espera una comida desde el mar a nuestra mesa, algo más malagueño! Además que la preparación es muy sencilla, simplemente una plancha a calentar con aceite de oliva extra virgen y ajo...ahora me olvido un poco del vino tinto y descorchamos el blanco!


Espero que estéis disfrutando mucho estos días de descanso, tenemos que volver con las pilas muy cargadas!!




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