miércoles, diciembre 11, 2013

Euskal Herriko Ibilbidea: Ruta por Euskadi II

Hoy os traigo la segunda parte de mis aventuras por Euskadi! Me quedé en la primera noche bilbaína. Después de un breve descanso de menos de 4 horas de sueño nos levantamos, desayunamos rápido en el Hostel y nos ponemos en marcha para coger el primer Euskotren a Ermua. En el camino, antes de pillar el tren, no nos resistimos y nos metemos en un bar de la ciudad para probar nuestro primer pintxo de la travesía (sí, a pesar del desayuno). Delicioso, muy muy buena calidad pero bastante caro (2 pintxos y un Nestea 10,5€?!). Aquí la sinceridad por delante... nos quedamos con el deseo de que el resto de bares fueran algo más asequibles y no nos quedáramos sin seguir nuestra ruta gastronómica por Euskadi. Salimos del bar y ahora sí vamos directo al tren hacia Ermua.
Ermua es un pueblito muy pequeño que pertenece a Vizcaya, como Bilbao. Está entre las montañas al interior del País Vasco. Después de hora y media de
viaje llegamos con ganas de disfrutar del día. Al salir del Euskotren... sorpresa! Hace aún más frío que en Bilbao, para esta época del año en el interior de Euskadi mejor ir bien equipado con guantes, un buen abrigo y si es posible un gorrito. Como nos habíamos planteado pasar el día ahí nos lo tomamos con bastante calma y vamos a un ritmo tranquilo a conocer el pueblo. 

Diferencias de lo que estábamos acostumbrados a ver? El frío no hace más que despertar a los locales acostumbrados a este clima. Hay varios bares y todos están llenos! Sí, sí, en un pueblo muy pequeñito pero en lugar de que todos se cobijen en sus casas están fuera disfrutando del puente por las callejuelas de Ermua, todos se conocen por la zona y hay una gran variedad de pequeños comercios. 

Nosotros no desaprovechamos el día y empezamos con nuestra ruta de pintxos y tapas! Aquí sí que el precio es muy pero muy barato, unos pintxos buenísimos y para escoger de todos los tipos, con combinaciones tan buenas que nunca se me hubieran ocurrido... hasta nos invitaron cosillas al saber que veníamos de Barcelona! Los que atendían eran extranjeros y estaban muy acondicionados a la cultura del lugar, conocían muy bien el pueblo y los alrededores, además de ser unos expertos escanciando la sidra (más difícil de lo que parece). En los típicos bares vascos, además de lo que se suele encontrar en la barra de los bares (que ya es bastante), hay aún muchos más pintxos en la carta... listas interminables que sea lo que sea te lo preparan al momento. Al final por el mismo precio de antes comimos un poco de todo con sidra y muy buen vino!

Contentos, con la energía recuperada y bastante más a gusto damos un pequeño paseo por el pueblo de noche y nos vamos a descansar para madrugar al día siguiente... nuestro tren a Donostia sale a las 8 am!

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